martes, 10 de febrero de 2009



Breve historia de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires 


“La Universidad ha sido siempre
en todo organismo social,
el cerebro luminoso de ese organismo”
Osvaldo Loudet 

Los primeros antecedentes relacionados con la  fundación de la actual Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires se remontan a la época del Virreinato del Río de la Plata y se vinculan con la personalidad del Dr. Manuel Belgrano. Diversos historiadores señalan como antecedente más antiguo la iniciativa de Belgrano de crear en 1792 o 1793 una Escuela de Dibujo  -”Escuela en que se enseñará geometría, arquitectura, perspectiva y todas las demás especies de dibujo”, según acta del 28 de febrero de 1792-. Siete años después, el 29 de mayo de 1799, quedaron inaugurados los cursos propuestos, bajo la dirección de Juan Gaspar Hernández -”Profesor de escultura, arquitectura, y adornista” nacido en Valladolid, España. En 1791 esta Escuela fue suprimida por orden del Rey de España. Evidentemente, no se trató de una escuela de proyectación arquitectónica, sino un instituto en el cual se enseñó dibujo arquitectónico.

En cambio, en el año 1796, Manuel Belgrano, entonces Secretario del Consulado de Comercio de Buenos Aires, propuso en su Memoria Anual, la creación de una Escuela de Arquitectura en Buenos Aires. Sin embargo, la idea hubo de esperar muchos años antes de verse concretada. Belgrano, iluminista liberal, coincidía con Jovellanos en asignarle a la arquitectura gran importancia en la construcción de una cultura civil moderna. 

Fundación de la Universidad de Buenos Aires

El 9 de agosto de 1821, un Edicto del Gobierno de Martín Rodríguez, refrendado por su Ministro Bernardino Rivadavia, dispuso la erección de la Universidad de Buenos Aires, fundación que se hacía con un explícito propósito pedagógico, llevando a la realidad una idea que había sido infructuosamente propiciada por el Virrey Vértiz, y que, según el propio Edicto fundacional, data de 1778. La Universidad de Buenos Aires nacía como una institución moderna y laica. El primer Rector fue el Dr. Antonio Sáenz. La actividad del Dr. Sáenz al respecto, databa de unos años antes, cuando el febrero de 1816 el entonces Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón le encomendara preparar la fundación de una Universidad. Sin embargo, el proyecto de la época de Pueyrredón tiene diferencias sustanciales con el del tiempo de Rivadavia, especialmente en el carácter filosófico. La Institución nace como “Universidad Mayor”, con fuero y jurisdicción académica. El 12 de agosto de 1821 se realizó el acto de inauguración de la nueva Universidad e instalación de sus autoridades - Rector, Vicerrector, Secretario, Cancelario, Doctores integrantes de su Sala-, ceremonia que se llevó a cabo en el templo de San Ignacio, en la “Manzana de las Luces”. El edificio, la iglesia más antigua que se conserva en Buenos Aires, había sido erigido por los Jesuitas, pero la Compañía de Jesús había sido expulsada por orden del rey Carlos III en el año 1767 y sus bienes habían pasado a la Junta de Temporalidades. A partir de 1772 el templo fue utilizado como Salón de Actos del Real Colegio de San Carlos y lo fue también, a partir de 1818 del Colegio de la Unión del Sur, siendo Juan Crisóstomo de Lafinur el primer laico profesor de filosofía. Recién en 1823, San Ignacio volvió a sus funciones eclesiásticas, declarada parroquia.

Como lo recuerda la Guía de la Universidad de Buenos Aires de 1962, “en su etapa inicial, la Universidad se organizó en seis Departamentos: Primeras Letras, Estudios Preparatorios, Ciencias Exactas, Medicina, Jurisprudencia y Ciencias Sagradas”. Los sucesos políticos que dominaron las siguientes décadas en la República, afectaron profundamente el desenvolvimiento de la Universidad.

Creación de la Carrera de Arquitectura de la UBA

Seis años después de la batalla de Caseros, en 1858, Carlos Enrique Pellegrini propuso al Consejo de Instrucción Pública la creación de una “Facultad de Ciencias Económicas” dividida en seis escuelas, una de las cuales sería dedicada a la enseñanza de la arquitectura. El proyecto no pudo concretarse. No obstante, tiene importancia como precedente por su contenido y por la profundidad de los conocimientos de su autor. La propuesta, basada en un análisis comparativo y crítico acerca de la cuestión pedagógica referente a la formación en Europa, detallaba los contenidos a enseñar y su distribución graduada.

En 1861 el Presidente Bartolomé Mitre nombró Rector de la Universidad de Buenos Aires a Juan María Gutiérrez, figura prominente de la Generación de 1837, estadista, literato, jurista y también agrimensor formado en el Departamento Topográfico creado por Rivadavia. Gutiérrez desempeñó el Rectorado entre 1861 y 1873.

En 1865 el Rector Gutiérrez dispuso la creación del Departamento de Ciencias Exactas, heredero del formado en 1821 que había desaparecido. Con esta fundación, se creaban los estudios universitarios de arquitectura en la República Argentina. En efecto, cuatro años después de asumir sus funciones, Gutiérrez iniciaba la contratación de profesores de ciencias, incorporándose a los claustros de la U.B.A. el Ing. Emilio Rosetti, quien, entre otras asignaturas, asumía la enseñanza de “Arquitectura Civil”.

Cabe señalar que los estudios universitarios de arquitectura en Estados Unidos se crearon recién en 1868 -en el M.I.T.-, siguiéndole la Universidad de Cornell -en 1871- y la de Illinois -en 1873-. En la Universidad de Córdoba, Latzina incluyó la carrera de arquitectura en su proyecto de reforma de los planes de estudios de la Facultad de Ciencias Matemáticas del año 1879.

En 1870 terminaron de cursar en Buenos Aires, en el Departamento, los 12 primeros ingenieros argentinos, pero todavía faltaban unos años antes de que se expidiera un diploma de arquitecto. En 1874, el Departamento se transformó en Facultad de Matemáticas, siendo su Decano Juan María Gutiérrez, luego Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas.

La primera sede de la Carrera de Arquitectura estuvo en las dependencias de la Universidad de Buenos Aires en la denominada “Manzana de las Luces” calle Perú 294, siendo su Aula Magna el recinto que, bajo proyecto de Próspero Catelin se construyó en tiempos de Rivadavia para Sala de Representantes de Buenos Aires.

Buenos Aires crecía en población y en edificación, y ya contaba, desde 1875, con su primer gran parque público, el Parque 3 de febrero, creado por iniciativa de Domingo Faustino Sarmiento. Aunque los arquitectos seguían siendo extranjeros o argentinos formados en el extranjero -en Europa-, el paisaje de Buenos Aires mostraba ya una gran variedad estilística y una evolución. Fue justamente Sarmiento el primer cronista de esos cambios. El 15 de octubre de 1879 publicó en la Revista de Ciencias, Artes y Letras un extenso artículo titulado "Arquitectura Doméstica", que sería la primera historia de nuestra arquitectura. El segundo texto, "La arquitectura de Buenos Aires en 1880" fue publicado por el Arq. Juan Martín Burgos en 1880 en los Anales de la Sociedad Científica Argentina.

En 1878 se establecieron nuevos planes de estudios, otorgándosele a la carrera de arquitectura un curriculum de cuatro años de duración, más uno de práctica profesional y examen posterior.

El 29 de agosto de 1878 la Universidad de Buenos Aires expidió el primer diploma de Arquitecto -una reválida- al arquitecto Ernesto Bunge, argentino pero formado en Alemania. Inmediatamente, el 2 de septiembre de ese mismo año, el segundo título fue expedido para el primer arquitecto egresado de la U.B.A.: Juan Antonio Buschiazzo. Ambos profesionales serían figuras prominentes de la Sociedad Central de Arquitectos, institución fundada en 1886.

Ese mismo año 1886, la Universidad de Buenos Aires reformó sus Estatutos para adecuarse a lo dispuesto por la nueva Ley Universitaria (Nº 1597) aprobada por el Congreso Nacional el año anterior (1885), y que se conoce como “Ley Avellaneda”, en memoria del Rector, Senador Nacional y Ex Presidente de la República Nicolás Avellaneda, que fue su redactor. En el transcurso del debate parlamentario del proyecto de ley presentado por Avellaneda, se produjo un valioso cambio de ideas en torno a la conveniencia o inconveniencia del sistema de concursos para la provisión de cátedras, triunfando la posición opuesta a los concursos, en contra del deseo de Avellaneda. En virtud de esa Ley, queda en manos de las Universidades Nacionales (Buenos Aires y Córdoba a la sazón) el derecho exclusivo de expedir títulos. Previamente, en 1881, la Universidad de Buenos Aires había sido nacionalizada, es decir que había dejado de depender de la Provincia de Buenos Aires pasando a jurisdicción nacional.

La creación de la Sociedad Central de Arquitectos en 1886, la aprobación del Reglamento de Construcciones de la ciudad de Buenos Aires en 1882 -que requería que los planos municipales de los edificios fueran firmados por un arquitecto o ingeniero- la creación de un registro oficial de profesionales de la especialidad y otros hechos afines, implicaron una clara afirmación de la identidad profesional de la arquitectura como profesión universitaria de orden público, lo mismo que la medicina o la abogacía. En 1889 el Gobierno reglamentó la revalidación de los títulos extranjeros y, en 1891, al reformarse el estatuto de la Universidad de Buenos Aires, las distintas carreras alcanzaron mayor identidad. Los inscriptos en Arquitectura, sin embargo, eran pocos: en 1898 se registraron apenas once.

Pero en 1881, al nacionalizarse la Universidad de Buenos Aires, se fusionaron las Facultades de Matemáticas y de Ciencias Físico-Naturales, creándose la Facultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales. Fue su primer Decano el Ing. Luis A. Huergo y ya figuraba un arquitecto como profesor de Arquitectura: Joaquín M. Belgrano.

En 1895 Enrique Chanourdie fundó la Revista Técnica, de carácter "científico-industrial", dirigida a ingenieros, arquitectos, agrimensores y afines. Su enfoque era típicamente positivista. Entre sus colaboradores figuraban los ingenieros Luis A. Huergo, Valentín Balbín, Manuel B. Bahía, Carlos M. Morales, Otto Krause, Santiago Barabino, Juan Pelleschi y los doctores Francisco Latzina y Emilio Daireaux, entre otros. Se publicó entre abril de 1895 y marzo de 1916 siempre dirigida por Chanourdie.

Dos años después, el Centro Nacional de Ingenieros empezó a publicar La Ingeniería. Había arquitectos asociados al Centro de los Ingenieros e Ingenieros que ejercían y enseñaban arquitectura. En gran medida la confusión entre ambas disciplinas derivaba de la parecida idoneidad de ambos profesionales para proyectar y dirigir la construcción de muchos tipos de edificios y del hecho de que en varias escuelas de arquitectura se expedían diplomas de "ingeniero arquitecto", lo que implicaba señalar a un ingeniero capacitado para ejercer la arquitectura. Con los años, en poco tiempo, el deslinde de ambas profesiones adquirió nitidez. Ya en 1897 Chanourdie firmaba un artículo propiciando la reglamentación de la carrera de arquitectura y la bifurcación de los respectivos planes de estudios. Arquitectos formados en Europa y profesores en la UBA, como Jules Dormal, dueños de un gran conocimiento técnico, se sentían sin embargo más cerca del ambiente cultural de los artistas como músicos, pintores y escultores porque ellos dominaban también el sentido de las bellas artes.

Organización de la Escuela de Arquitectura de la UBA

En 1901, a instancias de un grupo de destacados profesionales y profesores -Joaquín M. Belgrano, Alejandro Christophersen, Horacio Pereyra-, la Carrera de Arquitectura de la U.B.A. se constituyó en "Escuela de Arquitectura", separada aunque siempre dentro de la Facultad de Ciencias Exactas. Eran Decano de la Facultad el Ing. Luis A. Huergo y Vice-Decano el Ing. Manuel B. Bahía. La Escuela se organizó bajo la inspiración de la École des Beaux Arts de París, siendo sus fundadores los Arquitectos Alejandro Christophersen, Paul Hary y Joaquín M. Belgrano.

En 1904, por Ley Nacional, se cierra la matrícula de Arquitectos exclusivamente a los profesionales diplomados, autorizándose, por única vez el otorgamiento, por las Universidades, de “títulos de competencia en arquitectura” a aquellos que no hubieran revalidado su diploma o no lo poseyeran pero acreditaran méritos suficientes.

En mayo de 1904, como suplemento de la Revista Técnica, empezó a publicarse "Arquitectura", revista que perdura hasta 1916. La dirige también Chanourdie, actuando como Redactor en Jefe el Ing. Santiago E. Barabino. Colaboran, además de ingenieros como Manuel B. Bahía, Luis A. Huergo y Ángel Gallardo, el Arq. Eduardo Le Monnier y el Dr. Juan Bialet Massé. Es ya una revista específicamente de arquitectura, portavoz de la Sociedad Central de Arquitectos, cuyo presidente es el Arq. Alejandro Christophersen. En su primer número, rinde homenaje a Ernesto Bunge, fallecido poco antes y recuerda en forma destacada su polémica con el Dr. José María Ramos Mejía en relación con la arquitectura hospitalaria, en la cual el arquitecto sostenía que el edificio debía responder a criterios científicos. En ese primer número, además, la nueva revista exaltaba la creación de la Escuela de Arquitectura, que ya llevaba tres años.

En 1905 y 1906 se produjeron en la Universidad de Buenos Aires reclamos estudiantiles referidos a aspectos de su organización directiva. Como consecuencia de ellos, y basándose en un proyecto elaborado por el diputado Cantón en 1898, las Facultades dejaron de ser gobernadas por las “academias” -que se constituyeron en entes científicos independientes- y pasaron a ser dirigidas por “Consejos Directivos”, integrados por profesores y renovados periódicamente. A estas modificaciones se sumaron el establecimiento del régimen de concursos para la provisión de cátedras -algo propuesto en 1883 por Avellaneda y rechazado entonces por el Congreso, luego de un complejo debate-, y el establecimiento de la “docencia libre”, o “cátedra paralela”. Era Rector, Eufemio Uballes.

En 1908 fue fundado el Centro de Estudiantes de Arquitectura, tres años después de la fundación del Centro de Estudiantes de Derecho. A partir de entonces, el CEA, conjuntamente con el Centro de Estudiantes de Ingeniería “La Línea Recta” y otras entidades afines, tendría activa intervención en la Federación Universitaria Argentina y en la Federación Universitaria de Buenos Aires, entidades que, a su vez, desempeñarían papeles protagónicos en acontecimientos como la Reforma Universitaria iniciada en Córdoba en 1918.

En 1915 hizo su aparición en primer número de la "Revista de Arquitectura", dirigida por Fortunato A. Passerón, sucesora de las revistas Técnica y Arquitectura. Ilustraba la tapa el Arq. René Karman, profesor de la Escuela de Arquitectura de la UBA. Eran redactores Ángel León Gallardo, Héctor G. Peña y Carlos Ancell, también comentarista de arquitectura del diario La Prensa. Entre los colaboradores se contaban Juan B. Ambrosetti, Alejandro Bustillo, Alejandro Christophersen, Arturo Dresco, Cupertino del Campo, Pablo Hary, Eduardo Holmberg, René Karman, Juan Kronfuss, Eduardo Lanús, Carlos M. Morales, Martín Noel, José León Pagano, Ricardo Rojas, Carlos Ripamonte, Raúl Villalonga, entre otros.

A continuación de la lista de colaboradores figuraban las autoridades del Centro de Estudiantes y la lista de apuntes en venta. El editorial, firmado por el Arq. Alejandro Christophersen, se titulaba "Rumbos Nuevos" y en él, el maestro de la generación anterior, europeo formado en Europa en la tradición Beaux Arts, se dirigía a los jóvenes incitándolos a integrar esa tradición con la vernácula americana. Y terminaba: "¡A la juventud de nuestra escuela le corresponde buscar ansiosa esos rumbos nuevos!". La revista celebraba el cincuentenario de la Facultad y publicaba notas de los profesores.

Diez años después de organizada la Escuela de Arquitectura, ya contaba con un centenar de alumnos, cantidad que se duplica hacia 1930 y se triplica hacia 1940.

En 1929 egresó la primera Arquitecta: Filandia Elisa Pizzul. Apenas cinco años antes, había egresado la primera arquitecta graduada en Paris, en la École des Beaux Arts.


En ese mismo año 1929, empieza a publicarse en Buenos Aires, como órgano independiente, la revista "Nuestra Arquitectura" que inmediatamente despierta mucho interés y adquiere prestigio, al convertirse en medio de expresión de las ideas más modernas de la especialidad y publicar obras y escritos tanto universales como locales argentinos. En su trasfondo, Nuestra Arquitectura abrazaba el funcionalismo racionalista de las vanguardias europeas, en parte liberales y en parte socialistas, contraponiéndolas al conservatismo que unía a simpatizantes tardíos de la tradición beaux arts y a aspirantes a una introspección nacionalista inspirada en el pasado colonial. Era su director fundador Walter Hylton Scott.



A su labor vino a sumarse la aparición en 1931 de la revista literaria Sur, fundada por Victoria Ocampo, que desde sus comienzos publicó obras y escritos de arquitectos modernos como Walter Gropius y Alberto Prebisch. La influyente personalidad de la escritora contribuyó mucho a la notoriedad y el respaldo social hacia las ideas innovadoras de ellos y de Le Corbusier, Erich Mendelsohn, Amancio Williams y otros. Arquitectos que influyeron mucho sobre la Facultad, no tanto sobre el cuerpo de profesores, pero sí especialmente sobre los estudiantes, que empezaron a cuestionar que la enseñanza se mantuviera tradicional y no diera suficiente espacio a las nuevas tendencias.

Pero los hechos políticos externos vendrían a demorar la natural evolución de las ideas tanto arquitectónicas como pedagógicas de la arquitectura.

En 1944, sorpresivamente bajo un gobierno militar de facto -la dictadura iniciada en 1943- el Poder Ejecutivo reglamentó la profesión de arquitectura. Era un viejo anhelo de los profesionales y había sido una larga insistencia de la Sociedad Central de Arquitectos. No obstante, ocurrió en un momento incómodo. Pero, en ese año 1944, al crearse por Decreto-Ley del gobierno de facto el Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo, el cuerpo reconoció a la Universidad como el único organismo idóneo para fijar incumbencias profesionales al título habilitante como “arquitecto”. De algún modo esta decisión revertía los efectos adversos que se temían.

Los hechos políticos, sin embargo, se agravaron a nivel nacional y especialmente universitario en 1945 con la intervención de la Universidad, la toma de las Facultades, la detención de estudiantes y la solidaridad del claustro estudiantil con el Rector Horacio Rivarola, enfrentando al gobierno de facto.

Sin embargo, la arquitectura siguió su marcha. En 1946, estimulado por el Arq. José Aslán, un librero de arte de Buenos Aires fundó la Librería Concentra, la primera especializada en libros y revistas de arquitectura, que desde entonces fue un hito en la historia del crecimiento de la profesión y un lugar de encuentro informal y habitual de los arquitectos, del mismo modo que, en parte, sucedió con otras librerías que se agregaron después y que no siempre perduraron, como Liber.

En 1946 a instancias del Arq. Mario J. Buschiazzo, fue fundado el primer Instituto de la Universidad de Buenos Aires, el Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas. A partir de 1948, el Instituto publica sus Anales, que rápidamente adquieren prestigio académico no sólo en el país sino también en Latinoamérica y en España, por la jerarquía de sus colaboradores y la importancia de sus contribuciones.

Creación de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UBA

En 1947, la Ley Nº 10.031 transformó el régimen universitario limitando la Autonomía Universitaria especialmente en lo referente a la elección de Rector, que dejaba de ser efectuada por la Asamblea Universitaria y pasaba a ser atributo del Poder Ejecutivo.

A partir del 1º de enero de 1948, después de un intenso debate, y estando intervenida la Universidad de Buenos Aires, la Escuela de Arquitectura se independizó de la Facultad de Ciencias Exactas y se constituyó en Facultad de Arquitectura y Urbanismo, según lo dispuesto por la Ley Nº 13.045 sancionada por el Congreso de la Nación el 27 de septiembre de 1947. Era Rector el Arq. Julio V. Otaola y fue el Dr. Ricardo Guardo, odontólogo y Diputado Nacional quien presentó el proyecto de Ley aprobado.


El Arq. Ermete De Lorenzi fue el primer Decano de la nueva Facultad.



La Biblioteca de la Facultad

La Biblioteca nació con la Facultad, pero, en realidad, su colección se inicia en 1865 con la creación de los estudios de arquitectura en la UBA. Los primeros libros pertenecieron a la Biblioteca Central de la UBA, luego dividida y estructurada en Bibliotecas de Facultad. A ellos se sumaron colecciones especializadas que formaron la sección “Arquitectura” de la Biblioteca de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. En 1948, esa sección se convirtió en el fondo bibliográfico inicial de la nueva Biblioteca, que a partir de entonces, creció y se organizó técnicamente bajo la esmerada dirección de la Prof. Martha Parra de Pérez Alén, que durante muchos años fue su notable Directora.

La Facultad, el movimiento estudiantil y la profesión.

Desde mediados de la década del cuarenta, algunos jóvenes estudiantes, muy interiorizados acerca de las nuevas evoluciones del mundo cultural artístico y arquitectónico de su tiempo, se interesaron en las vanguardias externas al ámbito académico de la Facultad. Entre ellos se destacó Tomás Maldonado, que sobresalió en el desarrollo en la Argentina de la tendencia hacia el Arte Concreto y que, con el tiempo sería reconocido como uno de los protagonistas de la corriente a nivel mundial.

Colaborador y diseñador del Boletín del Centro de Estudiantes de Arquitectura, en su número 2, de 1949, ya Maldonado publicaba un artículo sobre diseño industrial, claramente inscripto en la idea de que el mundo del diseño comprendía tanto a la arquitectura como a los objetos de producción en serie.

En 1950 apareció el Nº 1 de la revista “Canon”, órgano oficial de la Facultad, cuyo secretario de redacción era el Arq. Rodolfo E. Möller y su redactor jefe el Sr. Juan Carlos Foix. Se reiteraba allí la misma concepción integral del diseño. Pero si Canon era una publicación oficial, Maldonado avanzó un poco más. En 1951 fundó una nueva revista, esta vez fuera del ámbito universitario: "Nueva Visión", origen también de la Editorial de ese mismo nombre. Revista y Editorial agruparon a la mayor parte de los arquitectos y diseñadores adscriptos a la tendencia más moderna, inscripta en la evolución desde la Bauhaus hacia la Escuela de Ulm.

Entre 1951 y 1953 se publicó la revista Axis, dedicada al Diseño Gráfico y la Comunicación Visual y en 1954 Carlos Méndez Mosquera, más joven pero muy cercano en ideas a Maldonado, fundó la editorial Ediciones Infinito, que sería la gran difusora en el país de los textos fundamentales del pensamiento moderno en diseño, traducidos en la Argentina.

Por aquellos años, pese al antagonismo entre tradicionalistas y vanguardistas, la Facultad recibió visitas de personalidades innovadoras como Pier Luigi Nervi (1950) y Bruno Zevi (1951), adscriptas a dos de las tendencias nuevas.

En 1955, a raíz de los cambios políticos operados a nivel nacional, fueron reemplazadas las autoridades universitarias. Como consecuencia de estos cambios, se produjo una profunda modificación pedagógica en la Facultad.

Ese mismo año 1955, en la ciudad de Córdoba se reunió la Primera Convención de Estudiantes de Arquitectura, bajo la presidencia del titular del CEA de Buenos Aires, Federico F. Ortiz.

En 1956, por Decreto Ley fue restablecida la vigencia de la “Ley Avellaneda”, normalizándose los claustros universitarios. En la Universidad de Buenos Aires, fue elegido Rector el Dr. Risieri Frondizi.

En 1957, al normalizarse la Universidad de Buenos Aires, la Facultad de Arquitectura y Urbanismo tuvo su primer Decano electo por los claustros en el Profesor Arq. Alfredo C. Casares.

Desde el punto de vista pedagógico, una de las mayores innovaciones del momento fue la creación -en 1955-1956- de una nueva asignatura curricular en la Carrera de Arquitectura, denominada "Visión", con bases científicas e inspirada en las investigaciones que, en el ámbito de la escuela de diseño de Weimar dirigida por Walter Gropius -la Bauhaus- habían desarrollado profesores como Lazló Moholy Nagy. El estudio de la "visión", como fenómeno físico-fisiológico y sus derivas para el diseño, fue introducido en Buenos Aires por un conjunto de diseñadores y profesores integrado príncipalmente por Tomás Maldonado, Gastón Breyer y César Victorino Janello. El 1º de febrero de 1956 fue creado el Instituto de la Visión siendo designado Director el Arq. Alberto A. Le Pera y colaborador el Arq. Gastón A. Breyer.

El crecimiento del número de estudiantes de la Facultad determinó una necesidad de mayor espacio físico, lo que hizo aconsejable el traslado de algunas de sus dependencias a otro inmueble -cercano a la Manzana de las Luces- utilizándose para ello el edificio de la calle Alsina 673, que tiempo después se convirtió en sede del Fondo Nacional de las Artes. Allí funcionaron el Decanato, algunos institutos y organismos académicos y oficinas administrativas.

Inmediatamente -1957-, la Universidad adquirió el inmueble de la Avda. Independencia 3065 para alojar allí las aulas y talleres de la Facultad. El edificio había pertenecido a la orden religiosa de los Dominicos, y había funcionado como asilo del “Dulce Nombre de Jesús”.


Posteriormente, la Facultad trasladó la sede destinada al dictado de clases a dos pabellones que habían formado parte de la Exposición del Sesquicentenario de la Independencia -los destinados a la Exposición de Transportes- (1960). Estos pabellones, adyacentes a la Facultad de Derecho, sobre la Avda. Figueroa Alcorta, estaban construídos con arcos parabólicos de madera laminada y se perdieron totalmente en un incendio, motivo por el cual, en 1966, la Facultad hubo de trasladar provisoriamente sus aulas y talleres al segundo piso del edificio de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales en la Ciudad Universitaria ubicada en el Barrio de Núñez, el que se conoce habitualmente como “Exactas 2”, en la todavía incipiente Ciudad Universitaria del barrio de Núñez.



Cabe señalar que el origen del nuevo predio universitario puede remontarse a las ideas urbanísticas para Buenos Aires expuestas por Le Corbusier durante su visita a la ciudad en 1929. Igual ubicación fue contemplada en el Plan Regulador de la Ciudad. Normalizada la Universidad en 1957 y recuperada plenamente su autonomía, creó un equipo técnico a los efectos de seleccionar una ubicación adecuada para la proyectada Ciudad Universitaria. Luego de analizar varias alternativas, el equipo -integrado por los arquitectos José Alberto Lepera, Juan Ballester Peña, Alfredo Ibarlucía y Valerio Peluffo, optó por los terrenos de Núñez, idea que resultó aprobada por el Consejo Superior y recibió la aprobación de la comisión técnica del Plan Regulador. El 8 de agosto de 1958, el Poder Ejecutivo Nacional, mediante un decreto, transfirió esas tierras fiscales ribereñas a la Universidad de Buenos Aires, con carácter definitivo. Una ley posterior, ratificó la cesión. Según la Guía de la U.B.A. de 1962, el proyecto de la Ciudad Universitaria fue elaborado por los arquitectos Eduardo F. Catalano, Horacio Caminos, Eduardo Sacriste y Carlos M. Picarel, equipo designado por el Consejo Superior tras un concurso internacional. Los planos de la urbanización fueron aprobados el 27 de agosto de 1960. El año siguiente quedó habilitado el primer pabellón -”Exactas I” - en donde se instaló la primera computadora de la Universidad de Buenos Aires -una “Mercury”-. La dirección de las obras de la sede universitaria de Núñez estuvo a cargo del Ing. Federico Camba y de los Arqs. Horacio Caminos y Eduardo Catalano.

En 1963 una nueva revista surgida del ambiente profesional próximo a la Facultad, hizo su aparición en el medio: la revista Summa, creada por los arquitectos Carlos y Lala Méndez Mosquera. La publicación, muy moderna, tenía como temas la arquitectura contemporánea, la tecnología y el diseño. Y rápidamente adquirió importancia por la calidad de su material, tanto en la publicación de obras realizadas o proyectadas como de escritos teóricos y críticos y noticias de la profesión de arquitectura pero también de diseño industrial.

La Noche de los Bastones Largos

En 1966, a raíz de la intervención del las Universidades operada por el gobierno de facto, se registraron hechos de violencia -”noche de los bastones largos”- que tuvieron como primer foco a la Facultad de Arquitectura, en la cual renunciaron El Decano, Arq. Horacio J. Pando y numerosos profesores y docentes.

En 1971, finalmente, la Facultad se instala totalmente, en el Pabellón Nº 3 de la Ciudad Universitaria, que estaba previsto para otra Facultad y que le fue asignado para resolver en forma urgente su necesidad edilicia. El edificio consta de 69.000 metros cuadrados cubiertos distribuidos en siete niveles. En el momento de decidirse el traslado, el edificio se hallaba en obra, por lo que se aceleró la habilitación de tres niveles -el 2º, el 3º y el 4º piso-, realizándose obras precarias para el acceso y la partición de otros sectores del inmueble.

En 1971, apenas instalada en su nueva sede, la Facultad fue nuevamente epicentro de acontecimientos político-académicos que trascendieron a la opinión pública, desencadenando nuevas renuncias de profesores.

Otro tanto sucedió durante el año 1973, en torno a una nueva intervención de las Universidades.

En 1976, una vez más, la Universidad fue intervenida, generándose situaciones de violencia y registrándose numerosas desapariciones de alumnos y profesores.

En el plano pedagógico, y por claras inspiraciones ideológicas, el gobierno de la Facultad se inclinó en favor de la industria de la construcción, reduciendo el peso relativo del diseño y de las humanidades. Las técnicas de edificación industrializada gozaron de preferencia. Entre las escasas visitas extranjeras, fue un hecho singular la Kenzo Tange.

Una destrucción de libros cuestionados por el gobierno dictatorial, ordenada por las autoridades de la Facultad siguiendo esos lineamientos, derivó, con la recuperación de la democracia, en su juzgamiento y exclusión de los claustros.

Transformación de la FAU en FADU: Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo

En 1983, a raíz del retorno del país al ejercicio de las instituciones democráticas, se inició un proceso de normalización universitaria. Durante el Decanato del Arq. Berardo Dujovne, en 1985, se crearon dos nuevas carreras: Diseño Gráfico y Diseño Industrial. De acuerdo con lo informado en el Boletín de la U.B.A. de Enero-Abril de 1985, “en los considerandos de ambos proyectos se subraya la necesidad e importancia que revisten para los planes de desarrollo nacional, así como la conveniencia de diversificar carreras y estimular, mediante ellas, nuevas actividades e investigaciones que contemplen la demanda social en los campos respectivos.” 

Entre 1985 y 1993 fue Decano, electo por los claustros normalizados y representados en el gobierno tripartito, el Arq. Juan Manuel Borthagaray, desempeñándose como Vicedecano el Arq. Arnoldo Gaite y como Secretaria Académica la Arq. Carmen Córdova. Posteriormente han sido Decanos, la Arq. Carmen Córdova, y los Arq. Berardo Dujovne, Jaime Sorín, Eduardo Cajide y Luis Bruno.

Al cumplir 170 años la Universidad de Buenos Aires, en 1991, tenía más de 190.000 alumnos, 30.000 docentes y más de 10.000 miembros del personal no-docente. La Facultad, una de las 13 de la UBA, dictaba 5 de las 105 carreras de grado de la Universidad, 9 curso superiores de posgrado, la histórica carrera de Planificador Urbano y Regional -la fundacional Carrera de Urbanismo- y había desarrollado ámpliamente sus cursos y seminarios, actividades de extensión y de investigación acreditada.

Por entonces, la Biblioteca central contaba con unos 72.000 volúmenes. En 1992 la Biblioteca fue reestructurada y transformada en Centro de Documentación y continuó desarrollando un proceso de expansión, diversificación y cooperación, dentro y fuera de esta Casa de Estudios, organizando y participando en Congresos de Bibliotecas de Arquitectura, Arte, Diseño y Urbanismo y conformando, con otras Bibliotecas y Archivos especializados afines, las redes Vitruvio -fundada en 1994-, Redar y Bibliofaun.

Pero, además, en este lapso reciente, la Biblioteca emprendió aceleradamente el camino de su informatización, ampliando sus servicios, proyectándose en Internet y reforzando sus colecciones bibliográficas, hemerográficas y de diapositivas, para mantener un nivel académico elevado en consonancia con la Facultad. A partir de 2010, la Biblioteca inició un programa de digitalización de Tratados de arquitectura del Renacimiento que integran su fondo bibliográfico y son ediciones de importancia internacional.

Diseño Industrial

"Hacia el año 1945 el diseño no existía como tal, y al final de ese primer período, en 1965, ya había universidades que lo enseñaban, organismos que lo promocionaban e instituciones que agrupaban a sus practicantes. A partir del año 1965, y durante aproximadamente una década, se produjo una explosión del diseño y este entró en la industria y en el mercado", escribía Ricardo Blanco en 2005.

La primera escuela fue abierta en la Universidad Nacional de Cuyo, en 1958, promovida por el pintor Abdulio Giudice, quien se inspiraba en las ideas del arquitecto Tomás Maldonado. En 1960, en Rosario, se creó el Instituto de Diseño Industrial, bajo la dirección del arquitecto Gastón Breyer. Tanto Maldonado como Breyer se formaron en la UBA. En ese mismo año, siendo decano de la FAU-UBA el arq. Carlos Coire, se formó una comisión integrada por César V. Janello, Rodolfo Möller, Gerardo Clusellas, Roberto Segre, Gonzalo Arias y Pablo Tedeschi, que elaboró el primer proyecto de enseñanza del Diseño Industrial en la UBA, que no prosperó. Un segundo intento se realizó durante el segundo decanato de Alfredo Casares (1962-1966), con intervención de Janello, Hirsz Rotzait, Rafael E.J. Iglesia, Carlos Méndez Mosquera, Gastón Breyer y Rodolfo Möller. En 1981 Ismael Rodrigo realizó un tercer intento. Finalmente la carrera se creó con posterioridad a la recuperación democrática de 1983, como fruto de la labor de una comisión integrada por Ricardo Blanco, Arnoldo Gaite, Reinaldo Leiro, Carlos Méndez Mosquera, Guillermo González Ruiz, Carlos Salaberry, Julio Colmenero y Hugo Kogan. En 1990 egresaron los primeros diseñadores industriales UBA.

Diseño Gráfico

En 1963 se crea en la Universidad Nacional de La Plata la carrera de Diseño en Comunicación Visual. El hecho marca un hito en la independización del diseño gráfico con respecto a su anterior dependencia del Diseño Industrial. Veinte años después, juntamente con la creación de la Carrera de Diseño Industrial, se crea la de Diseño Gráfico en la UBA. La comisión encargada del proyecto de la nueva carrera estuvo integrada por Guillermo González Ruiz, Carlos Méndez Mosquera y Roberto Doberti. Al cuerpo de profesores se incorporaron diseñadores de larga trayectoria como Ronald Shakespear y Rubén Fontana.

Posteriormente se sumaron Diseño de Imagen y Sonido (en conjunto con las Facultades de Filosofía y Letras y de Ciencias de la Comunicación) y Diseño de Indumentaria y Textil y más tarde se agregó la Carrera de Diseño del Paisaje (en conjunto con la Facultad de Agronomía), durante los Decanatos de los Arquitectos Juan Manuel Borthagaray y Cármen Córdova.

Diseño de Imagen y Sonido

La puesta en marcha de la creación de la carrera data de 1988, siendo Decano el Arq. Borthagaray y Secretaria Académica la Arq. Córdova. La carrera empezó a dictarse en 1989. Después de una primera etapa en la que se destacó la labor organizadora de Simón Feldman, en 1991 asumió como Director el cineasta Prof. Oscar Barney Finn, formado en la Universidad Nacional de La Plata. En 1993 ya contaba con 429 alumnos regulares.

En 1994 quedó habilitado en el subsuelo del edificio de la Facultad el Set de Filmación, de 432 m2, instalado con recursos provenientes de la Facultad, del Centro de Estudiantes y de la Asociación Cooperadora.

Diseño de Indumentaria y Textil

Las carreras de Diseño de Indumentaria y Diseño Textil fueron creadas en diembre de 1988 y carecían de antecedentes en la enseñanza, a nivel universitario, de la especialidad. Era Decano el Arq. Borthagaray y Secretaria Académica la Arq. Córdova. Previamente, en agosto de 1988 se había creado una comisión preparatoria, integrada por los arquitectos Ricardo Blanco y María Astengo, las Licenciadas Susana Saulquin y Simonetta Borghini, juntamente con Manuel Lamarca, Vicente Gallego, Mónica Sassoon, Felisa Pinto y Rosa Skific. La primera tarea fue, por lo tanto, conformar un cuerpo de profesores del nivel académico necesario. La tarea se cumplió por medio de seminarios y reuniones de profesores invitados, organizándose tres áreas de conocimiento: Proyectual, Técnico y Humanístico. A lo largo de esas reuniones se elaboró un proyecto de plan de estudios y se formó un Consejo Asesor con ocho profesores. También se realizaron consultas con empresas vinculadas a la producción y se efectuaron visitas a fábricas y estamperías y se efectuaron invitaciones a personalidades del medio con experiencia en la industria. El dictado de clases se inició el 10 de abril de 1989, siendo primer Director de las carreras el Arq. Ricardo Blanco. La primera cátedra de Diseño estuvo a cargo de la artista textil Gracia Cutuli. En 1992 se organizó el primer taller de enseñanza y se perfeccionaron convenios con instituciones del país y del exterior, entre ellas, la Universidad Politécnica de Madrid. En 1993 se inició un intenso trabajo con alumnos.

Diseño del Paisaje

La carrera fue creada en 1992, designándose como Directora la Arq. Marta Marengo de Tapia y como Vicedirectores la Arq. Marta Bonifati de Ibarborde y el Ing. Agr. Gustavo Nízero.

Profesores visitantes y conferencistas



Por estos años, a partir de 1983, gran cantidad de personalidades mundiales relacionadas con la arquitectura, el urbanismo y el diseño, visitaron y disertaron en la Facultad. Entre ellas, Eladio Dieste, Raúl Pastrana, Norberto Cháves, Jorge Frascara, Tomás Maldonado, Enric Miralles, Diana Agrest, Juan Goytisolo, Anthony Quinn, Sofía Loren, Norman Foster, César Pelli, Hernri Ciriani, Doc Comparato, Henry Wolf, David Carson, Joan Costa, Roman Gubern, Michel Chion y muchos más.

En 1983 fue creado el Centro Audiovisual FADU, cuando todavía existía solamente la carrera de grado de arquitectura. Con el aliento del Arq. Osvaldo Moro y la dirección de los arquitectos Graciela Raponi y Alberto Boselli, el Centro, fundado para acentuar la utilización del cine y del video como tecnología educativa, también tenía el propósito de vincular la investigación y la enseñanza del diseño con los medios audiovisuales y con el arte y la técnica cinematográfica, actuando como uno de los factores que contribuyeron a acentuar la identidad de la Facultad en el núcleo del diseño. Desde el comienzo, el entonces llamado Centro Cinematográfico FAU, contó con la colaboración de cineastas como Tristán Bauer y Juan José Campanella, formando con el tiempo una valiosa videoteca que fue reconvirtiéndose en tecnología paulatinamente.

Quince años después, la Carrera de Diseño de Imagen y Sonido realizó sucesivas ediciones de la llamada "Fábrica Audiovisual" jornadas destinadas a vincular la producción en diseño de la Facultad con profesionales, artistas y empresas nacionales y del exterior.

También se multiplicaron las especializaciones relacionada con la carrera de arquitectura. Por ejemplo, el diseño también pasó a ser eje de la enseñanza en materia de intervenciones en edificios de valor patrimonial. En 1984, bajo la dirección de los arquitectos Jorge O. Gazaneo y Mabel M. Scarone, quedó organizado, en el ámbito de la Secretaría de Investigación, el CECPUR FADU UBA, Centro para la Conservación del Patrimonio Urbano y Rural, correlativo con la Carrera de Especialización en Preservación del Patrimonio. El Centro, junto con el de investigación sobre el Recurso Físico en Salud, el de investigación sobre el Paisaje y varios más, pasaron a integrar una organización mucho más sistemática en el campo de la arquitectura y demás especialidades de la Facultad.


Justamente, en ese sentido, la Facultad desarrolló una actividad importante en el ámbito del Consejo Superior y del Rectorado de la UBA, para lograr un reconocimiento institucional y epistemológico del diseño como eje conceptual de la enseñanza, la investigación y la producción intelectual de la FADU. Gradualmente, esa identidad fue consolidándose en todos los ámbitos de docencia, investigación, extensión y transferencia.



En 1987 fue creado en el ámbito de la Secretaría de Investigación y Posgrado de la FADU el CIM - Centro de Información Metropolitana, que en 1991 quedó integrado al Centro CAO (Centro de Creatividad Asistida por Ordenador), nucleándose allí los recursos informáticos dedicados a la investigación, y vinculándolos con el ICSC World Laboratory en virtud de un convenio suscripto con la École Polytechnique Federal de Lausanne, Suiza. El CIM venía a ser una respuesta tecnológicamente avanzada en el campo del urbanismo, relacionada con la nueva definición teórica del Área Metropolitana de Buenos Aires como territorio. Su actividad se planeaba enfocada a la investigación, la transferencia de conocimientos al grado y al posgrado, la extensión y la transferencia a la comunidad. Si bien por entonces una tecnología avanzada estaba representada por ordenadores 386 y 486, con 1GB de memoria en disco y 16 MB de RAM, ya se utilizaban scanners y plotters y software gráfico InFoCAD. La Dirección General estaba a cargo del Arq. Juan Manuel Borthagaray y la Dirección Ejecutiva a cargo de la Arq. DPU María Adela Igarzábal de Nistal. En 2000 comenzó a funcionar en el 4º piso de la FADU el Polo Tecnológico Apple-UBA, dictando cursos orientados a la gráfica digital.

Al mismo tiempo, la Facultad inició y desarrolló sistemáticamente relaciones institucionales con entidades educativas públicas de Europa y de Estados Unidos, pero, preferentemente, de Latinoamérica.

A partir de su creación, en 1985, la Facultad participó la realización de los encuentros del Seminario de Arquitectura Latino-Americana (SAL), iniciados con el primer Encuentro de Arquitectos Latinoamericanos, en el marco de la I Bienal de Arquitectura de Buenos Aires. El grupo de arquitectos fundador del SAL buscó promover colectivamente una reflexión crítica sobre la arquitectura latinoamericana a partir del eje identidad y modernidad. Sucesivos encuentros se realizaron en Chile, Uruguay, México, Venezuela, Brasil, Colombia, Panamá, Ecuador, Perú, República Dominicana y Argentina.


A partir de 2003, con la creación del área de Educación a distancia, FADU online empezó a desarrollar experiencias de dictado de algunas asignaturas en forma semi-presencial. Desde 1997, con el crecimiento de las redes y la metódica enseñanza de su utilización para docentes de la Facultad, ya muchos profesores y alumnos contaban con direcciones de correo electrónico con el dominio fadu.uba.ar.



En 1992 la FADU UBA participó en el I Encuentro de Arquisur, asociación regional de Facultades de Arquitectura, celebrado en junio en la ciudad de Salto, Uruguay. Participaron los Decanos de la FADU-UBA, y de universidades públicas de Uruguay, Brasil, Paraguay y de La Plata y del Nordeste, Argentina. Los sucesivos Encuentros se realizarían en varias universidades públicas de las ciudades de Mar del Plata, Florianopolis, Buenos Aires, San Miguel de Tucumán, Tucumán, Santa Fé, Montevideo, São Paulo, Córdoba, Rosario, San Juan, Asunción del Paraguay, La Plata, Santiago de Chile, Salvador de Bahía, Río Grande do Sul, Tarija, Resistencia y Río de Janeiro.

El 17 de marzo de 2014, al iniciar su mandato como nuevo Decano de la Facultad, el Arq. Luis Bruno expresó: "El exitoso proyecto de la facultad democrática, el que supo establecer las seis carreras de diseño, merece relanzarse. Hoy las carreras necesitan adecuarse a nuevas consignas y rever sus objetivos". Consecuentemente, la Facultad ha puesto en marcha una intensa actividad académica para revisar y actualizar sus planes de estudios y lograr que sus prestigiosas carreras de grado y posgrado estén también formalmente acreditadas dentro de las nuevas normativas nacionales.


Gustavo A. Brandariz
Arquitecto
Profesor Titular e Investigador.
Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo
Universidad de Buenos Aires

Texto actualizado por Brandariz al 8 de enero de 2016.

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Nota:
Una versión inicial de este texto sirvió como fuente bibliográfica para la “Breve historia de nuestra Facultad” publicada oficialmente por esa Casa de Estudios en su Boletín “Informes” XII - Septiembre de 1997, con motivo del 50º aniversario de la Facultad). 









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